Las ACL se utilizan en redes locales para controlar el tráfico y mejorar la seguridad. Aquí hay algunas aplicaciones comunes:
Las ACL permiten bloquear el acceso a direcciones IP específicas, previniendo así el tráfico no deseado y mejorando la seguridad de la red.
Se pueden aplicar ACL para permitir o denegar el acceso a servicios específicos, como HTTP, FTP o SSH. Esto ayuda a gestionar qué usuarios pueden acceder a qué recursos.
Las ACL permiten segmentar el tráfico entre diferentes subredes, lo que mejora la seguridad y el rendimiento de la red.
Consideremos una red local donde se desea permitir el acceso a un servidor web, pero se quiere bloquear el acceso a un servidor de FTP. Esto se puede lograr mediante las siguientes ACL:
access-list 101 permit tcp any host 192.168.1.50 eq 80 ! Permitir HTTP access-list 101 deny tcp any host 192.168.1.60 eq 21 ! Bloquear FTP access-list 101 permit ip any any ! Permitir otro tráfico